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Expulsados de España en Estambul – Derecho a pasaporte portugués

Jordan Levy-Bograd
Jordan Levy-Bograd

Este artículo está destinado a explicar el derecho de los judíos turcos al pasaporte portugués y en particular de los judíos de Estambul y sus descendientes. El asentamiento judío en Estambul tuvo mucha influencia de las olas de inmigración española y portuguesa que cubrieron a la capital otomana al final del siglo XV y a lo largo del siglo XVI. Por ello, en la medida en que ustedes son descendientes de judíos de Estambul esto significa, que por lo visto, tienen derecho al pasaporte portugués.

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Expulsados de España en Estambul

Exiliados de España en Estambul – Derecho al pasaporte portugués para los expulsados de España

A fin del verano de 1492 – algunas semanas después del exilio de España, llegaron unos 10.000 judíos españoles a las costas de la capital de la zona conocida en nuestros días como Turquía. Esto ocurrió varios años después de que la ciudad recibió un nuevo nombre que correspondía a la versión turca del nombre bizantino Constantinopla: Estambul. Los nuevos residentes fueron admitidos con cordialidad entre las autoridades otomanas y comenzaron a levantarse nuevamente en la ciudad que era la más importante entre las capitales comerciales de Europa.

Cuando llegaron, los expulsados de España encontraron un asentamiento judío bastante reducido que contaba con 1650 familias. Los judíos nativos fueron llamados «comunidad romaniota». Esta pequeña comunidad conservó antiguas tradiciones desde los días del gobierno griego en la ciudad. Su idioma era el griego – judío denominado yevánico. La cultura helénica y sus líderes se destacaron entre las comunidades romaniotas pero estos fueron modificados con la llegada de los españoles a la ciudad.

La comunidad romaniota que era impresionante debido a su antigua y exclusiva cultura, era una cultura bastante modesta en términos económicos – sociales. Esto causó una inserción inmediata de la cultura española del Renessaince que era considerada alta y avanzada junto a los muchos españoles que la comunidad y sus tradiciones absorbieron.

Además, cinco años después, en el año 1497, llegó la segunda ola masiva de los judíos portugueses que fueron exiliados de sus tierras. La mayoría de la diáspora portuguesa estaba compuesta de hecho por los exiliados españoles que llegaron a Portugal próximos a haber sido expulsados de la vecina España. Pero, el reinado español influyó también sobre el portugués para echar a los súbditos judíos.

La llegada de los portugueses a Estambul potenció la presencia española y así mismo su influencia. Esta comenzó a formar parte y destacarse en toda la ciudad, incluido entre el público romaniota mencionado. Al poco tiempo, los batei midrash sefaradies alcanzaron una condición superior. Gracias a esto, los métodos de estudio, el estilo de la plegaria, las tradiciones de la Halachá, el idioma ladino y el resto de las características españolas se tornaron en dominantes entre los judíos de todo Estambul.

Cincuenta años después de la llegada de los exiliados de Portugal a la ciudad, las autoridades otomanas contaban con casi ocho mil quinientas familias judías en Estambul. Aquí podemos distinguir que debido a la llegada de los exiliados de España, el número de judíos se multiplicó por cinco en comparación a lo que era antes. De todas maneras, la ciudad era también una puesto de transición de miles de judíos españoles que eligieron inmigrar de ella a Sofía, Belgrado, Esmirna, Sarajevo, Plovdiv, Skopie y otras muchas ciudades balcánicas sobre la costa occidental de Turquía.

La edad de oro del ladino en la ciudad

Una de las indicaciones más claras sobre la relación española que existe entre los judíos de Turquía y en general entre los provenientes de Estambul en particular es el idioma ladino. Esta lengua característica prevaleció entre los judíos de Estambul durante unos cuatrocientos años. El ladino es el idioma castellano español que combina dentro de él palabras también del arameo, hebreo, árabe y turco (por influencias cercanas).

Desde la fecha de la llegada de los expulsados de España a la ciudad, el idioma se convirtió en la lengua identificada con la comunidad. El ladino era utilizado como el idioma diario, el idioma de administración de negocios, representó al altar cultural además de la potencia social, gracias a la relación cercana al idioma español y al Imperio español. La Potencia española era la mayor potencia en Europa en los siglos XVI a XVIII, junto al Imperio otomano.

Expulsados de España en Estambul

El ladino fue consagrado especialmente en el siglo XVIII, cuando los judíos de la ciudad comenzaron a imprimir libros de estudios e interpretaciones a la Torah con su ayuda. La obra monumental «Meam Loez» del rabino Yaakov Kuli aclaró a la Torah con la ayuda de fábulas, palabras éticas, Halacha y Midrash. El libro fue impreso por primera vez en Estambul y luego en Salónica, Argel, Esmirna, Livorno, Gerba y más.

El rabino Avraham Ben Itzhak Asa, tradujo el Tanaj al ladino en un lenguaje popular simple. El rabino Chaim Flange fue un autor productivo que compuso cerca de cien libros. Estos trataban sobre aclaraciones al Talmud y la Torah, Midrash y Ética, Kabalah y Halacha. Junto a ellos se publicaron libros de refranes, fabulas, novelas y canciones literarias únicas y características de los judíos españoles bajo el nombre de “Complex”.

Este género es el máximo logro de la cultura ladina y representa al intelectual y al pensamiento español por medio de poesías complejas, ordenadas en orden alfabético denominadas acrósticos. En el siglo XIX estos fueron periódicos que formaban parte de la ciudad y eran impresos de forma permanente a todos los miembros de la comunidad. En dicho siglo, la comunidad judía fue estimada en unas cuarenta mil personas, siendo que más del 90 % de sus miembros fueron declarados españoles. En la ciudad también existía una pequeña comunidad ashkenazí.

En la actualidad es posible identificar simplemente, apellidos españoles originales entre los descendientes de judíos turcos. Algunos apellidos portan trasfondos musulmanes que regresan a la «edad de oro» de los judíos en España, cuando algunos tenían relación con la España cristiana. Aquí hay algunos de los apellidos famosos: Abulafia, Saban, Atia, Elgazi, Danon y Benbenishti. Junto a esto, existen también apellidos conocidos como Castro, Jaliva, Rosanes, Bejerano, Halevi, Carmona, Ben Guiat, Amigo, Bonomo, Aseo y otros.

Obra de los judíos de España en Estambul

Los judíos españoles eran considerados la elite y un fenómeno social ante muchos gobernantes y personas en los trescientos años posteriores a la expulsión de España. En el año 1493 – un año luego de su expulsión, los hermanos Shmuel y David Even Nachmias trajeron la imprenta a Estambul. Así fundaron la primera imprenta en el Imperio otomano.

Una de las familias de banqueros famosas en el siglo XVI llegó a vivir a Estambul auspiciada por el sultán otomano. La familia Mendez Benbenishti fue honrada con su llegada a la ciudad luego de la expulsión de Portugal. Esta fundó para los judíos portugueses instituciones educativas, escuelas, sinagogas y más. También así para los judíos de Europa y la Tierra de Israel, a la que los familiares fomentaban inmigración, en especial de España. Además, como cortesía a los familiares que ayudaron a promover la economía de imperio, el sultán Selim II concedió islas en el mar Egeo cerca de la zona griego-turca.

La comunidad se agrandó y comenzó a triunfar no solo en el rubro económico sino también en el espiritual y en asuntos de la Torah. Muchos libros comenzaron a imprimirse sobre Halachá, preguntas y respuestas, literatura, poesía y sabiduría. Estos fueron esparcidos a los Balcanes, el Medio Oriente y los países del Norte de África. Así mismo, la comunidad creció a lo largo de doscientos años gracias a una inmigración bastante grande de conversos portugueses que llegaron hasta el siglo XVIII. De hecho, la comunidad creció tanto hasta que la ciudad contuviera en este siglo unas cuarenta y cuatro sinagogas en funcionamiento.

En la primera mitad del siglo XX, se estimó el número de los judíos de Estambul en 55000 personas. La mayoría como se menciona era de origen sefardí-portugués. Muchos de ellos decidieron inmigrar a Israel (hoy estos descendientes suman unas trescientas mil personas), a Estados Unidos (unas veinte mil personas), Canadá (unas diez mil personas) y a países de Sud y Centroamérica. Con esto, en estos países hay una cantidad importante de descendientes que en la actualidad ya no son judíos.

Expulsados de España en Estambul – Obtención del pasaporte portugués. Para el artículo sobre los expulsados de España en Turquía hacer clic acá.

Contáctese – Emisión del pasaporte portugués a exiliados de España

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